lunes, 23 de enero de 2017

RESUMEN ( Hugo Yepes )


  
La sismología del terremoto del 16 de abril del 2016 y sus implicaciones en Esmeraldas.

Esta conferencia  busca aportar con información verídica a cerca de las contantes replicas que se han venido originando a partir del  pasado terremoto del 16 de abril del 2016, para determinar cuáles han sido sus implicaciones  para la ciudad de  Esmeraldas.

Los hechos ocurridos el 16 de abril, las mediciones realizadas en conjunto con el Instituto Geofísico, han determinado que hay una deformación del orden de los 2 a 3 cm por año en puntos a lo largo  de la costa ecuatoriana y estos se encuentran desde Esmeraldas  hasta la ciudad de Salinas, por otro lado en la zona sur, en la zona de Golfo esta deformación fue mucho más pequeña, entonces todo lo cercano a la fosa retrocedía de 2 a 3 cm por año.

Es por ello que la zona de contacto de las placas ocurre un acoplamiento general o parcial que hace que mientras la placa de Nazca se mueva, la placa Sudamericana o Continental retroceda. En el momento en que se generó el terremoto este acoplamiento se termina y se produce el deslizamiento de la placa Sudamericana sobre la de Nazca y al producirse esto se recupera el 1,50 o 2 o más metros  que estuviesen acumulado, eso se lograr recuperar durante el terremoto, como es el caso de lo ocurrido el 16 de abril del 2016 con una duración de 1 minuto este brinco está relacionado con la magnitud del terremoto y con la zona donde se liberó la energía , se tiene conocimiento que la zona de ruptura o de máxima liberación se produjo principalmente entre Cojimies y Jama y la zona de réplicas se generan en los alrededores fundamentalmente .

En este fragmento de la costa centro norte del Ecuador donde los puntos fijos son medidos por GPS que había venido retrocediendo los últimos 70 años recuperaron espacio (saltaron)   se adelantaron hacia el mar en rangos de centímetros  hasta aproximadamente un  metro en puntos específicos que evidencia todo lo ocurrido en la zona.








El futuro sísmico de las ciudades ecuatorianas no es alentador. No podemos hacer nada para detener la amenaza  pero si reducimos la vulnerabilidad el riesgo será manejable. En cuanto edificaciones en  Esmeraldas no son las adecuadas, no están preparadas para soportar una fuerza sísmica.

Por otro lado se debería buscar la forma de implementar como cultura general los conocimientos necesarios para poder actuar de la mejor manera cuando la madre naturaleza se manifieste.